"Después del amor llegó la noche"
Después del amor llegó la noche,
y a pesar de que esperaba que llegara,
siendo simplemente ella y nada más,
su historia hizo escala entre el silencio y la noche,
entre mis ojos y mis párpados,
y entre la sombra y la oscuridad;
y aún así no apareció.
Sin sus caricias que tuviesen
un botín de amor que podiera robar,
sin su belleza que no apostaba
por inventar la verdad
ni maquillar su piel con una sonrisa
que estuviese lejos de poder rozar
con un ademán un pétalo de viento
la vida misma por sí sola.
Después del amor llegó la noche,
y su historia en esta ausencia de luz hizo escala
en cuatro puntos cardinales,
(sus manos, sus labios,
su mirada y sus silencios)
y no estuvo allí para hacer remiendos
al cielo, a nuestro cielo y no cualquier otro.
Al cabo de un tiempo pienso que era muy humana,
demasiado humana, tan humana que parecía perfecta;
su mirada no pasaba desapercibida,
y eso era mucho más grave de lo que esperaba,
con todas las palabras y las que no,
con todas las dichas y las que no.
Después del amor llegó la noche,
yo no tenía presente cuando la noche era jóven,
que era jóven;
y cuando advertí que necesitaba que así fuera,
ya no lo era;
y en ese preciso momento
yo acabo, en la noche, hablando de su soledad.
Felipe Carvajal 02/01/2013