No sé...
No sé si sabrán de qué les hablo
Cuando les digo que hay días,
En los que no necesitas lágrimas atléticas
Para que estas logren brincar tus párpados.
Que a veces la felicidad toma el metro para irse lejos,
Y olvidó comprarte a vos un boleto también.
A lo mejor se sienten aludidos cuando digo
Que a veces no necesitas un recuerdo para recordar
Y que hay cosas que se te olvidan olvidar,
Que no hace falta tener de frente a alguien para poderle ver,
Y que sientes una piedrita en el zapato aún cuando andas descalzo.
No sé si alguna vez les ha sucedido
Que nace la ilusión, los sueños o el amor,
Y caminas con ellos miles de kilómetros,
Crees que has cambiado de país, de poblado,
De mundo y en algunos instantes hasta de universo;
Pero de repente se van,
Se va, se desvanece, muere;
Y te das cuenta que no has recorrido nada;
Estás de nuevo en el punto de partida;
Bueno, no exactamente,
Siempre quedas unos pasos más atrás.
Les puede resultar familiar,
Si les cuento que la sonrisa en esos días,
Puede que sea el disfraz perfecto,
El último recurso, o un oasis seco;
Una carcajada es una vieja leyenda urbana
Y miras a los que ya se han ido,
En cada esquina, en cada pedazo de aire,
Y no encuentras unos ojos en qué reflejarte.
No sé si me entienden,
Si les pregunto si alguna vez han advertido,
El ruido que puede provocar un aguacero,
Y la tempestad que queda una vez que escampa;
Puede que me crean loco inclusive
Si me escuchan decir que algunas veces
No me llevo muy bien conmigo mismo.
No sé si saben de qué les hablo,
Quizás hoy tan sólo esté nublado…
Felipe Carvajal. 17/Oct/2010