"Posdata"
Como sin importar la hora
llega siempre al final del día
la última línea de tiempo
despidiéndose de mí
con un posdata de vos;
cuando yo ya creía que en el cuerpo
de la carta del día
ya se había dicho todo,
y sin embargo
esas palabras dejan únicamente
medio tiempo de mi tiempo
y aún así es suficiente
para darme cuenta que me faltas.
Entonces esta soleada noche de estrellas
se convierte en un sueño sin segundos
en el que suelo quedarme solo,
y todos los finales mueren en tu inicio,
aunque espere el día que no va a llegar;
y se levante entre mi sueño y yo
cien noches como murallas
que transcurren sin prisa
y me toman de la mano
para llevarme a mendigar
un poco de sueño en medio de la noche.
Todo se hace silencio
menos el álbum de susurros en mis oídos
que coleccioné de ti,
cuando mis caricias no se extraviaban en mis manos
y una mirada era un asalto
desde el cielo hasta tus ojos
y aunque mis manos te hallaran
y mi piel no te encontrara.
Pero no recuerdo tu cuerpo,
aunque no te falte un pétalo,
un dolor, un aroma,
un perfume, un sueño;
aunque yo sea una cicatriz que no existe,
y la noche algo que no quiera entender
sin tus manos parpadeando caricias;
aunque no lo sepa mi corazón,
sólo mis sentidos y un instante sin fin.
PDTA: "La vida siempre nos recuerda al final
lo que nos quiso decir desde un principio"
Felipe Carvajal - 02/02/2011